WASHINGTON.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, vetó a los “lobistas” de su futuro Gobierno, según el comunicado emitido ayer. Todo aquel que integre su Gabinete se comprometerá por escrito a no estar registrado como lobista ni a nivel estatal ni a nivel federal. Además, no podrá trabajar para un grupo de presión en un plazo de cinco años después de dejar el cargo.

Durante la campaña, Trump condenó a los lobistas y dijo que se opondría al poder de los grupos de presión en Washington, lo que contó con gran apoyo entre sus seguidores.

Con esta decisión Trump quiere poner freno a la creciente influencia de lobistas en su equipo, según señalan medios estadounidenses. No obstante, el mandatario multimillonario y su familia se ven expuestos a una delicada situación por conflicto de intereses. (DPA)